Epic Games ha presentado una demanda por infracción de marca contra "Nreal", alegando que el nombre de la empresa de gafas de realidad mixta "parece y suena prácticamente idéntico" a su propiedad, Unreal. Nreal lanzó sus gafas de realidad virtual 'Nreal Light' en Corea del Sur el año pasado y tiene previsto lanzarlas en América en algún momento de este trimestre.
Aunque Epic no posee ningún hardware de realidad aumentada, la empresa ha mostrado su interés en la tecnología de RA y RV y, en la demanda, afirma que ambas compañías compiten en el mismo mercado. Su compra de RealityCapture Software a principios de este año sugiere que están planeando hacer algunos avances reales en ese segmento, mientras que la adquisición de Artstation cuenta como otro notable paso en esa dirección.
"No es casualidad que Nreal haya nombrado sus gafas con el nombre del motor líder del sector para la creación de contenidos tridimensionales inmersivos e interactivos", dice la demanda. "En la sección de desarrolladores del sitio web de Nreal figura Unreal Engine de Epic Games como una de las tres plataformas de desarrollo que estarán disponibles para que los desarrolladores creen contenidos para las gafas de Nreal. Nreal era y es muy consciente de la existencia de Epic y de sus marcas Unreal. Nreal no solo vende gafas, sino que ya ha desarrollado y vendido un juego para ser utilizado con esas gafas. Nreal está comerciando deliberadamente con los derechos de Epic, causando confusión y actuando con insensible indiferencia hacia los derechos prioritarios de Epic".
Citando una solicitud de marca pendiente de Nreal, Epic también sugirió que, además de que Nreal lance su primer producto en un espacio en el que Epic ya ha entrado, la otra parte está planeando una mayor usurpación de los derechos de Epic, ya que está interesada en posicionarse como competidor directo mediante el uso de sus gafas para el "diseño y desarrollo de software de juegos de ordenador y software de realidad virtual".
Epic solicita una orden judicial que obligue a Nreal a retirar su solicitud de marca, así como una indemnización por daños y perjuicios no especificada. Las empresas llevan varios años peleando por el nombre; se habló de un acuerdo, pero nunca llegó a concretarse.